Manual de manos a la obra

Si soñas con vivir "la vida de los otros", acá van los últimos artilugios
para controlar la tecnología y ser un master del recontraespionaje.
Digámoslo de una vez: no todas las adicciones son tóxicas. Pero también es
cierto que hay que saber retirarse a tiempo. Leé, entendé y quedá a mano.

Todos sabemos que tocarse es necesario y hasta sano. Y si podés leer esta
nota es porque no te quedaste ciego, en tus palmas no crecen pelos y tus
manos no tiemblan constantente. Sin embargo, como el chupi y la merca, la
ñeta puede ser adictiva y practicada en exceso puede hacer daño. En criollo:
no es lo mismo acogotar la gallina un par de veces por semana que
desplumarla varias veces al día.

Esta patología se llama "sobre-masturbación", es decir, el onanismo extremo que, como asegura el doctor Adrián Sapetti, "se hace una manera imperiosa, ritualista y hasta
compulsiva que interfiere con la vida cotidiana". Veamos cómo.

ERMITAÑO SEXUAL
El hecho de que te interese más dormir "con vos mismo" que con cualquier
otra persona lleva, indudablemente, al aislamiento. No salís ni con tus
amigos ni con Ximena (nótese la "X"). Esto se puede deber a que: a) tus
niveles de testosterona están por el piso; b) sabés que en tres horitas
llegás a casa y Manuela te está esperando. A ella no la vas a encontrar
nunca con otro, pero es posesiva la guacha. Te agarra y no suelta.

BAJA DE SENSIBILIDAD
Quienes se masturban de manera frecuente también suelen tener problemas para
llegar al orgasmo. Y no es por falta de "fluidos", sino porque están tan
acostumbrados a la presión de su propia mano que cuando el amigo entra en la
suavidad de la vagina es como "si no sintieran nada". "Muy comúnmente,
quienes sufren esta patología disfrutan mas con la masturbación que teniendo
relaciones con alguna pareja", asegura Sandra Lustgarten, la Dra. J. Aquí lo
ideal es bajarle a la intensidad, y tratar de emular la "gentileza"
femenina. Reconciliáte con el sexo opuesto, que si mantenés estos niveles de
repeticiones te vas para arriba.

HACELO MAS INTENSO
Si a veces te hacés un favor a vos mismo para bajar los niveles de estrés,
aprendé a bancarte un cacho la frustración sexual. Estar "a full" te va a
poner a exudar testosterona y te obliga a buscar un oasis para saciar tu sed
sexual.

Además, la masturbación excesiva puede resultar en una sobre-producción de
hormonas y neurotransmisores (acetilcolina, dopamina y serotonina), que
causan fuertes cambios en la química corporal. Los efectos secundarios de
esto se manifestan en fatiga, dolor testicular, pérdidas seminales (emisión
de esperma sin erección) y hasta "inflamación de la próstata derivando en
sangrado", afirma Lustgarten. En este caso ya es imprescindible que recurras
a sexólogos y especialistas en este tipo de patologías. O que te conviertas
al islam y después en ladrón, así te cortan las manos.