lunes, 27 de agosto de 2007

Sexo un vacuna contra el estrés


Hacer el amor no sólo ayuda a afrontar las situaciones que provocan tensión nerviosa, sino que además fomenta que el organismo segregue unas hormonas relajantes y revitalizadoras.

El secreto para aprovechar al máximo los beneficios de esta placentera "psicoterapia natural" consiste en disfrutarla de manera consciente, completa y con todos los sentidos.

Un mal que afecta a millones

Millones de personas en todo el mundo viven estresadas, lo cual puede acarrearles a largo plazo alteraciones en su salud física, mental y emocional, si no le ponen remedio a esa situación, que los ahoga y desgasta poco a poco, pero sin pausa.

¿Podemos acabar con el estrés nosotros mismos? De acuerdo a algunas investigaciones recientes y la opinión de destacados expertos, no sólo es posible, sino que además puede resultar muy agradable, porque el sexo ¡no sólo da placer, sino además salud!

Es lo que afirma el médico naturista Santiago de la Rosa, de Madrid, en España, quien señala que "mantenerse activo entre las sábanas aporta un rápido y placentero empuje de energía, y es una valiosa ayuda natural para manejar y aliviar el estrés".

El orgasmo aumenta los niveles de la hormona oxitocina, la cual revitaliza a la persona temporalmente, y el sexo aumenta el riego sanguíneo y la oxigenación pulmonar, así como la producción de endorfinas, otras hormonas que mejoran el estado de ánimo. Hacer el amor también es un buen relajante e inductor del sueño.

"Si ha relegado el sexo al último lugar en su lista de opciones, adelántelo unos cuantos puestos, y jamás lo desestime por falta de tiempo, porque ello es un ataque a su vitalidad", señala. Si no se está de ánimo en la cama, este experto aconseja probar con un abrazo, ya que los niveles de oxitocina se elevan incluso con las caricias, pero "si no se siente deseo, es mejor dejarlo para otro día, para que la sexualidad no se convierta en una exigencia más o un hacer mecánico".

Ayuda a mantener la calma

El doctor Stuart Brody, psicólogo de la universidad escocesa de Paisley, en el Reino Unido, ha comprobado que mantener relaciones sexuales con penetración antes de una actividad estresante ayuda a mantener la calma, según ha explicado en la revista New Scientist.

El doctor Brody comparó el impacto de diferentes actividades sexuales sobre la tensión sanguínea cuando la persona experimenta más tarde un episodio de estrés agudo, en un estudio de dos semanas, con 24 mujeres y 22 hombres.

Los participantes anotaron la frecuencia de sus coitos pene-vaginales, masturbaciones o actividades sexuales sin penetración, y se sometieron a situaciones estresantes, como hablar en público y hacer cálculos aritméticos en voz alta.

Aquellos que habían mantenido con asiduidad relaciones "completas" estaban menos estresados, y su presión sanguínea volvía a la normalidad más rápidamente que la de aquellos que solo se habían masturbado o practicado sexo sin penetración. Quienes mantuvieron la abstinencia sexual tuvieron una reacción más elevada al estrés, reflejada en su presión sanguínea.

"Estos efectos no se pueden atribuir simplemente al alivio a corto plazo provocado por el orgasmo, ya que perduran durante una semana", ha señalado Brody, quien cree que la liberación entre los amantes de la denominada hormona "afectiva de pareja" ú oxitocina, puede ser responsable del efecto calmante del coito.

Para el psicoterapeuta transpersonal José María Doria "desarrollar actividades placenteras como el sexo es saludable, porque ayudan a generar endorfinas: unas sustancias que segrega nuestro cerebro, aumentan nuestro bienestar y son una fuente natural de salud, vitalidad y regeneración".

Amar con los cinco sentidos

"Cuando una persona practica actividades que le dan placer o siente satisfacción ante un estímulo, su organismo segrega estos compuestos hormonales que no sólo elevan las defensas orgánicas ante las enfermedades, degeneración celular e infecciones, sino que además aumentan el bienestar, combaten el estrés y alivian el dolor", señala.

Según Doria, "hacerse consciente del goce, multiplica el disfrute, por lo cual es importante darse cuenta en el momento en que uno hace el amor o recibe una caricia física o emocional, diciéndose "que a gusto que estoy, que bien me siento".

Para muchos sexólogos y terapeutas sexuales, es importante amar "con los cinco sentidos", ya que la sensualidad es mucho más rica y excitante si se la despierta y percibe no sólo con la vista y el tacto sino con el olfato, el oído y el paladar, haciendo vibrar cada uno de los terminales nerviosos de todo el cuerpo.

Los expertos proponen poner todo el potencial de los órganos sensoriales al servicio del acto amoroso. Por algo el Tantra, el milenario arte oriental de las artes y energías amatorias, incluye entres sus preceptos un "ritual de los cinco sentidos".

Cada sentido cumple una función diferente y capta diferentes estímulos, pero todos pueden aprovecharse para dar y recibir placer. Una cena afrodisíaca, una música sensual, un cubito de hielo sobre la piel, un perfume embriagador, una voz seductora...

La sensualidad emana a través de todos los sentidos y hay infinidad de formas de sacarle partido a todo su potencial, para despertar y mantener el deseo.

sábado, 25 de agosto de 2007

Proceso de la seducción


Es un proceso de conquista en que una persona se encarga de llamar la atención de la otra, sea sutilmente o con gran evidencia.

El proceso de la seducción le concernía únicamente a los hombres, pero hoy la seducción se ha generalizado y de hecho cada persona tiene su propio estilo, pero es innegable que hay formas generalizadas que casi siempre funcionan.

La vestimenta, los accesorios y los adornos e incluso el maquillaje son, sin duda, armas que se ha utilizado con el objetivo de gustar y de lograr que depositen la mirada sobre uno. Sin embargo, aparte de la apariencia que es innegable que cuenta mucho, hay comportamientos que
conforman la base del campo de la seducción.

La mirada es por mayoría el método favorito de las mujeres, es sutil, elegante y puede expresar más que miles de palabras. Mirar de reojo o fijamente según lo requiera el momento, son siempre señales claras de un interés en el otro.

El proceso de la seducción no es sólo para lucirte tú misma y que vean todos tus tributos, sino que también es necesario que quien sea tu prospecto de conquista se sienta importante, por lo que siempre que inicies un plan de seducción recuerda la necesidad de halagar al otro.
Envuélvelo con tu mirada y evidencia tu deseo. Así no tendrá excusa.

Si esta mirada entre misteriosa e incitadora se acompaña de una fresca y provocativa sonrisa el efecto será casi inmediato.

Pero eso sí, si no tienes una actitud que proyecte seguridad y muestre que eres dueña de ti misma, de nada servirán las sonrisas y las miradas, pues en esto de la seducción la determinación es un elemento fundamental.

Después de todo esto es muy posible que el objeto de tu admiración se decida a tomar el primer paso y acercarse, aunque hoy en día es cada vez más corriente que nosotras tomemos la iniciativa y hagamos el primer contacto.

El juego se lleva a otra etapa en la que la conversación, el tono de voz, tus gestos y movimientos pasan a ser parte fundamental de la partida.

La estrategia debería continuar incluso más allá del matrimonio y laconvivencia, para así mantener el interés y evitar el peligro de caer en la rutina.

Si ya conseguiste a tu príncipe recuerda que debes tratar de seducirlo. Cuando salgan, es divertido y aún más encantador que te arregles como si fuera la primera cita. También, si durante la velada él se aleja un segundo, puedes mirarlo como si fuera la primera vez
que posas tus ojos en él, sonríe con complicidad y picardía, e incluso abórdalo como si fuera un desconocido. Verás que no se podrá resistir y se sentirá como el hombre más privilegiado del mundo. ¡Suerte!

viernes, 24 de agosto de 2007

Disfruta mucho más del sexo


Si alejas tus temores y comprendes mejor tu sexualidad, disfrutas más de tu cuerpo y llevas una vida llena de goce y enriquecedora.

Me preocupa resultarle atractiva y sensual a mi novio. Soy demasiado tímida para pedirle lo que quiero en la cama. Siempre me pongo muy nerviosa y me inhibo. Me siento avergonzada por el tamaño o aspecto de algunas partes de mi cuerpo cuando estoy desnuda.

Muchas mujeres expresan con frecuencia estas inquietudes, que hablande un problema de autoestima sexual que ensombrece su relación de pareja. Pero al comprender mejor tu sexualidad y tu erotismo, lograrás disfrutar mucho más de tu cuerpo y llevarás una vida amorosa plena y satisfactoria.

EL PLACER ESTÁ EN TI

Es cierto que influye mucho el que tu compañero sexual tenga habilidad y experiencia como amante, sobre todo es muy importante que tenga la capacidad de despertar tu erotismo, teniendo contigo acercamientos previos, estimulando tus zonas erógenas y aplicando distintas técnicas para llevarte al orgasmo.

Sin embargo, tu satisfacción depende en gran parte de ti misma, de olvidarte de tus temores y conocer mejor tu erotismo. Éstas son algunas de las normas básicas que necesitas seguir para lograr tu propio goce y vivir una sexualidad totalmente enriquecedora:

Para gustarle a él, gústate a ti. Olvídate del mito ése de que a los hombres sólo les interesan las mujeres exuberantes o tipo top model y que no se fijan en las que no cumplen ciertos requisitos de belleza como los famosos 90-60-90. Si olvidas esos prejuicios sobre ti misma y empiezas a quererte y a gustarte, harás que tu pareja y los demás se sientan atraídos por ti, tal y como eres.

Mejora tu imagen. Tu aspecto físico no es la única forma de atraer a un hombre, pero si haces algo por mejorarlo, tu lucecita interior tendrá más posibilidades de brillar. Una buena salud, figura e imagen nunca están de más, y te ayudan mucho a mejorar tu autoestima sexual.
Sigue una alimentación saludable, haz ejercicio y cómprate la ropa y el maquillaje que más te favorezcan. Aprende a ver las partes positivas de tu cuerpo, en vez de las menos agraciadas.

¡Fuera temores! Despreocúpate de que tu pareja te vea gorda o con algún defecto. Nunca vivas tu sexualidad como una rareza, olvida la vergüenza y sé tú misma. Ten comunicación con tu pareja en todo momento, es decir, que la relación sexual no se limite al contacto físico, también usa las palabras para expresarle en cada momento lo que se te antoja hacerle y lo que quieres que él te haga. Si puedes ser más abierta y directa sobre lo que deseas en el sexo, te sentirás
mucho más fuerte y segura.

Busca la espontaneidad. La repetición es uno de los peores enemigos del erotismo y de la excitación. Tu sexualidad es muy amplia y muy personal, y la apagas si la limitas a una serie de pasos predecibles. En vez de caer en los mismos hábitos de siempre, trata de improvisar
situaciones que les resulten excitantes a los dos, con imaginación y espontaneidad. Hacer el amor en el sillón, en la cocina, en el baño o en cuanto lleguen a casa son algunas opciones, ¡pero hay miles más!

Descubre lo que te gusta y díselo. Aprende a conocer tus zonas erógenas y lo que te excita más. En cuanto a sexualidad no hay dos mujeres iguales, lo que para una es una fuente de placer, para otra puede ser una verdadera molestia. Tómate el tiempo necesario para autoexplorar tu cuerpo, que es un manantial de sensaciones insospechadas, mucho más complejo que el del hombre. Si sabes qué te gusta y te excita, podrás marcar la pauta y guiar a tu pareja en el
sexo y los dos disfrutarán mucho más.

Adiós al Punto G


La liberación sexual trajo como consecuencias nuevas tácticas para alcanzar el placer. El Punto A es el nuevo favorito de las mujeres

El tradicional Punto G ya tiene competencia. En la búsqueda por orgasmos más duraderos e intensos, se encontró un lugar que permite disfrutar aún más de las relaciones sexuales.

La Sexologa Patricia Gonzalez Ruiz especializada en el tema presento en el Congreso Mundial de Sexología de Hong Kong, celebrado en 1999, los primeros estudios sobre esta zona vaginal.

La liberación sexual permitió a las mujeres hablar con mayor naturalidad sobre sus experiencias y, de ese modo, comprender mejor los dispositivos que les dan placer.

El Punto A se volvió muy popular entre el público femenino por su efectividad a la hora de llegar al climax. El mismo está ubicado en la misma pared vaginal que el Punto G, pero a medio camino.

Estudios comprobaron que su estimulación provoca más rápida y prolongada lubricación, mayor excitación y múltiples orgasmos.

Para alcanzar el mayor placer, especialistas recomiendan que la penetración se realice desde atrás, con la mujer boca abajo. Otra de las posturas sugeridas es con él recostado y ella encima, de espaldas.